¿Quién quiere estar envuelto en lo que se llama personalizar? Suena negativo y como que está centrado en sí mismo. ¿Quién no querría “caminar a la luz de Dios”, con toda la elevación espiritual, curación y promesa de nuevas posibilidades que brinda, en lugar de estar atascado y pensar desde el punto de vista de una individualidad humana limitada? Contrario a la opinión de la voluntad y el ego humanos, la verdadera individualidad no se pierde, sino que se encuentra al acercarnos a Dios.
No es de sorprender que Mary Baker Eddy haya sido quien creó la palabra en inglés selfishizing (que podríamos traducir como personalizar). Ella estaba muy consciente de la necesidad de encontrar un lenguaje que ayudara a otras personas a captar el alcance y la profundidad de lo que ella había percibido en su experiencia espiritual. De vez en cuando, desarrollaba una frase, tal como mente mortal, o ampliaba en gran medida el significado de algunas palabras, como error.
Por ejemplo, un día, cuando llamó a algunos de los trabajadores de su casa para que se reunieran a fin de aumentar su comprensión de la Ciencia Cristiana, ella creó la palabra selfishize. Ella dijo lo siguiente: “No existen las personalidades, porque Dios es impersonal y personificarnos a nosotros mismos, decir yo, etc., es personalizarnos. Personificar a otros es personalizar a los demás. Esto no es Ciencia Cristiana” (We Knew Mary Baker Eddy, Vol. II, Expanded Edition, p. 139).
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