¡Hola! Me llamo Dasha. Tengo una cabra que se llama Belladonna (y le decimos Bella). Un día, la primavera pasada, permitimos que Bella comiera en nuestro jardín para que ayudara a cortar el pasto. Al día siguiente notamos que estaba totalmente quieta y había señales de que había comido algo que no debía. Cuando Bella no se movió durante una hora, empezamos a preocuparnos.
Soy miembro de un club 4-H local. (4-H es una organización nacional que tiene clubes locales donde niños y adolescentes pueden hacer proyectos que van desde cocinar hasta criar animales.) Así que me comuniqué con una líder adolescente para que me ayudara a comprender qué pasaba con Bella. Ella me recomendó que llamáramos a un veterinario. Así lo hicimos y obtuvimos una cita. La cita era más tarde en el día, así que teníamos mucho tiempo para orar. Decidimos orar porque mi familia ha tenido muchas buenas experiencias cuando hemos recurrido a Dios en busca de guía. Yo también he tenido mis propias curaciones en el pasado.
Mi mamá y yo nos sentamos con Bella y cantamos el himno “Apacienta mis ovejas” por Mary Baker Eddy en el Himnario de la Ciencia Cristiana (Himno N° 304). Elegimos este himno porque pensamos que mostraba que Dios puede sanar cualquier situación. Mis partes favoritas para Bella eran: “Fiel Tu voz escucharé, / para nunca errar;”, y “blancos Tus corderos van tras de Ti, Pastor”. Después de que cantamos el himno varias veces, Bella empezó a aceptar el agua que le estaba dando.
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