Cuando hablamos de la identidad de alguien, a menudo nos referimos a un sentido humano de la persona —su apellido y nombre, fecha y lugar de nacimiento, nacionalidad, residencia y así sucesivamente— hechos que uno podría encontrar en un documento de identidad. Sin embargo, para conocer su verdadera identidad, tenemos que ir más allá de los datos materiales acerca de ella, y mirar en cambio su origen espiritual y verdadero.
La Biblia nos dice que Dios creó al hombre a Su imagen y semejanza y le dio dominio sobre toda la tierra. También afirma que Dios miró Su creación “y vio que era muy [buena]” (Génesis 1:31, NTV).
¿Qué más sabemos acerca de este hombre espiritual de la creación de Dios? En el libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, Mary Baker Eddy responde la respuesta “¿Qué es el hombre?” de la siguiente forma: “El hombre es la idea, la imagen, del Amor; no es el físico. Es la compuesta idea de Dios, incluyendo todas las ideas correctas; el término genérico para todo lo que refleja la imagen y semejanza de Dios;...” (pág. 475).
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