Después de jubilarme, empecé a viajar bastante y también a vivir en dos lugares. En esa época, sentía que era más fácil asistir a los servicios en línea de la iglesia de la Ciencia Cristiana. Estaba extremadamente agradecida por ellos, aunque extrañaba asistir a mi propia iglesia filial. Comencé a sentirme segura de que los Científicos Cristianos ya no necesitaban realmente un edificio de iglesia cuando tienen tantos otros recursos disponibles para transmitir el mensaje de la Ciencia Cristiana.
Sin embargo, la siguiente curación cambió profundamente mi forma de pensar acerca de esto.
Aunque soy residente de Massachusetts, vivo a tiempo parcial en el área de Chicago para ayudar a cuidar a mis nietos. En el verano de 2017, estaba feliz planificando mi viaje anual de regreso a Massachusetts, cuando de pronto me enfermé gravemente.
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