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Original Web

Cómo conocí la Ciencia Cristiana

"Sus palabras fueron como un bálsamo para mí"

Del número de agosto de 2019 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

Apareció primero el 21 de junio de 2019 como original para la Web.


Un día hace muchos años, estaba en la sala de espera de una clínica, cuando se acercó una muy querida amiga y me saludó afectuosamente. Nos conocíamos de niñas, pero en los últimos años nos habíamos mudado y ya no nos veíamos. Mi amiga tenía una agencia de empleos, y había venido a ver a uno de los doctores que necesitaba una empleada. Me dio mucha alegría verla, y cuando me preguntó cómo estaba, le dije: “No estoy bien”. Yo estaba en la clínica para que les dieran tratamiento médico a mis dos hijos menores (de seis y once años). Me sentía triste y angustiada, y muy temerosa por la salud de mis hijos. También sufría de frecuentes migrañas, a pesar de tomar muchos tipos de analgésicos.

Mientras mi amiga y yo esperábamos, ella me contó que estaba estudiando algo muy interesante: la Ciencia Cristiana. Me dijo que la había sanado completamente de bronquitis crónica, de la que había padecido siempre. Le pregunté dónde podía yo empezar a estudiar esta Ciencia. Me contó que se estudiaba de dos libros: la Biblia y el libro de texto de la Ciencia Cristiana: Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras por Mary Baker Eddy. Y mi amiga se ofreció gentilmente a hacer los arreglos para reunirme con la señora que la estaba ayudando a comprender la Ciencia Cristiana y había orado por ella para sanar. 

Cuando me reuní y conversé con esta amorosa señora, fue como si mi pensamiento se hubiera iluminado. En aquella época yo estaba envuelta en una religión que consideraba que Dios castigaba y no perdonaba. Le dije que tenía miedo de ofender a un Dios así, que carece de amor, y ser castigada. Ella me aseguró con mucho cariño que solo existe un Dios, quien es totalmente amoroso. Él abraza todo el universo con amor. Pasamos toda la tarde conversando juntas, y me hizo mucho bien. Sus palabras fueron como un bálsamo para mí. Salí de su casa llena de alegría.

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