¿Conoces la frase “La vida no es más que una serie de hábitos”? Una vez, mi esposo y yo alquilamos un auto por una semana en un país donde la gente conduce por el lado izquierdo de la carretera. La luz de giro no estaba en ese lado del volante, donde estábamos acostumbrados a que estuviera, sino a la derecha. ¡Nos tomó unos días dejar de presionar el limpiaparabrisas a la izquierda del volante cada vez que necesitábamos la luz de giro! Además, cuando volvimos a casa y fuimos a conducir nuevamente nuestro propio auto, nos dimos cuenta de que ya nos habíamos habituado a buscar el intermitente a la derecha. Nos tuvimos que reír de cuán rápido se había arraigado el hábito.
En esos casos, tuvimos que obedecer las reglas de tránsito. Así que el ajuste que debíamos hacer se efectuó muy rápido.
¿Pero qué pasa con los hábitos que deberíamos abandonar, pero de los que no somos conscientes?
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