Puesto que la Ciencia Cristiana es la Verdad eterna y, por ende, inmutable, podemos abandonar todo sentido de responsabilidad personal. Cuando hacemos esto con comprensión, reconociendo y confiando en que mi “carga quita Su piedad” y “Su bondadoso amor eterno como Él es”, somos sanados.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!