Ella perseveró, sabiendo que no importaba cuánto tiempo tomara, la curación era inevitable. Su curación completa y permanente mediante el tratamiento de la Ciencia Cristiana demuestra que no hay nada demasiado difícil para Dios.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!