Cuando un romance en París se arruinó, esta escritora se sintió devastada, sin amor y sola. ¿Podría la oración ayudar en algo? Ella obtuvo una respuesta que le cambió la vida cuando finalmente recurrió a Dios.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!