Jesús esperaba que sus seguidores sanaran. Él prometió: “El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también” (Juan 14:12).
¿Qué necesitamos aprender para practicar el método de curación de Jesús, para aumentar nuestra comprensión y demostración de ello? ¿Por dónde comenzamos?
La Ciencia Cristiana responde a estas preguntas, revelando que las leyes espirituales sustentaban la obra sanadora de Jesús. Dejó en claro que la curación no se lograba independientemente de Dios, cuando dijo: “No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. … no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre” (Juan 5:19, 30).
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