A veces se escucha decir que alguien es “un pilar de la iglesia”, lo que implica que su devoción y servicio son tan significativos que esa persona es un apoyo esencial para su filial. Tal posición a veces puede parecer una gran carga, y dar lugar a una sensación de cansancio o imposición.
Pero considera esto: el pilar que sostiene un edificio también está protegido por él. Un pilar aislado estaría expuesto a los elementos y, por lo tanto, desprotegido. Su fuerza y belleza podrían ser erosionadas.
De manera que, una iglesia protege sus pilares tanto como ellos sostienen la iglesia. Hay refugio y seguridad en su interior. Por lo tanto, cada pilar es sostenido, a la vez que sostiene la estructura.
Por supuesto, no es prudente querer hacerlo todo; como dice el refrán: quien mucho abarca poco aprieta. Pero hay alegría y fortaleza en el servicio desinteresado; y en lo que respecta a la iglesia, el estar dispuesto a servir es abundantemente recompensado en el crecimiento espiritual y en una amplia percepción del bien en nuestras vidas. Podemos enfrentarnos a muchos argumentos de que no podemos ocupar este o aquel puesto, pero a menudo estos aparentes obstáculos desaparecen cuando decimos que sí a un nombramiento.
Hace algunos años, sospeché que me votarían como Primera Lectora en la próxima reunión electoral de nuestra filial de la Iglesia de Cristo, Científico. Tenía un esposo y mis hijos eran pequeños en ese momento, y este puesto requiere trabajo y dedicación considerables. Así que estaba preparada para decir que no. Pero hablé de esto con un practicista de la Ciencia Cristiana que no tenía tal sentido de limitación, y él respondió de inmediato con un “¿Por qué no?”
“Correcto”, pensé. “Si Dios me pone allí, aceptaré”. Fui elegida, y me sentí muy bellamente apoyada e inspirada durante los tres años en que desempeñé esa función. Desde entonces he tenido más oportunidades de servir de manera sustancial. Al pensar en ello, siento que la iglesia me ha sostenido a mí, no al revés.
Todo aquel que apoya la iglesia de cualquier manera en que sea guiado, podría ser llamado un pilar de la iglesia. Si eres así, ¡gracias, gracias! Eres una bendición, y estás bendecido.
