Cristo Jesús dejó constancia del poder sanador de Dios, la Verdad divina, para beneficio del mundo. Lo hizo enseñando y demostrando el poder de la Verdad, liberando a la humanidad de limitaciones, discordias y enfermedades. En la explicación dijo: “Para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad” (Juan 18:37).
Dejó esta promesa para todos los que aprendieran de sus enseñanzas y siguieran su ejemplo: “Si viven de acuerdo con lo que digo, son verdaderamente mis discípulos. Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” (Juan 8:31, 32, God’s Word Translation). Así es como el poder sanador de la Verdad continúa siendo registrado hoy a través de la práctica de la Ciencia Cristiana.
La reforma espiritual y la curación que las personas han experimentado al ser guiadas por la Palabra inspirada de la Biblia, especialmente las enseñanzas de Cristo Jesús, han sido registradas en [el Journal] desde que Mary Baker Eddy lo fundó en 1883. Al explicar su misión, escribió: “He dado nombre a todas las publicaciones periódicas de la Ciencia Cristiana. La primera fue The Christian Science Journal, destinada a dejar constancia de la Ciencia divina de la Verdad; …” (La Primera Iglesia de Cristo, Científico, y Miscelánea, pág. 353). Dijo en sus escritos que cada Científico Cristiano debe contribuir a sus páginas. De hecho, declaró que tienen el deber moral de hacerlo, dejando de ese modo constancia para las generaciones venideras de la presencia y el poder de la Verdad divina, y su capacidad para satisfacer las necesidades del corazón hambriento hoy en día.
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