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Dejemos constancia de la Verdad

Del número de septiembre de 2023 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Cristo Jesús dejó constancia del poder sanador de Dios, la Verdad divina, para beneficio del mundo. Lo hizo enseñando y demostrando el poder de la Verdad, liberando a la humanidad de limitaciones, discordias y enfermedades. En la explicación dijo: “Para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad” (Juan 18:37).

Dejó esta promesa para todos los que aprendieran de sus enseñanzas y siguieran su ejemplo: “Si viven de acuerdo con lo que digo, son verdaderamente mis discípulos. Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” (Juan 8:31, 32, God’s Word Translation). Así es como el poder sanador de la Verdad continúa siendo registrado hoy a través de la práctica de la Ciencia Cristiana.

La reforma espiritual y la curación que las personas han experimentado al ser guiadas por la Palabra inspirada de la Biblia, especialmente las enseñanzas de Cristo Jesús, han sido registradas en [el Journal] desde que Mary Baker Eddy lo fundó en 1883. Al explicar su misión, escribió: “He dado nombre a todas las publicaciones periódicas de la Ciencia Cristiana. La primera fue The Christian Science Journal, destinada a dejar constancia de la Ciencia divina de la Verdad; …” (La Primera Iglesia de Cristo, Científico, y Miscelánea, pág. 353). Dijo en sus escritos que cada Científico Cristiano debe contribuir a sus páginas. De hecho, declaró que tienen el deber moral de hacerlo, dejando de ese modo constancia para las generaciones venideras de la presencia y el poder de la Verdad divina, y su capacidad para satisfacer las necesidades del corazón hambriento hoy en día.

La “Ciencia divina de la Verdad” incluye todo lo que es verdad acerca de Dios y Su creación; y pone al descubierto lo que es falso y debe considerarse irreal a fin de sanar la enfermedad y para el progreso de la humanidad. La Biblia dice: “El que habla verdad declara justicia; mas el testigo mentiroso, engaño” (Proverbios 12:17). 

Jesús demostró en su obra sanadora que el testigo falso que necesita ser descreído no es una persona, sino la mentira de los sentidos materiales; es decir, lo que el ojo y el oído humanos observan. Mientras que, el testimonio verdadero del ser espiritual es el sentido espiritual; lo que aprendemos de Dios, el Espíritu divino. 

A través del sentido espiritual, discernimos la realidad de Dios como Espíritu infinito —la Verdad, la Vida y el Amor divinos— y la verdadera identidad de todos como imagen y semejanza de Dios. Esta realidad espiritual siempre se nos revela a través del Cristo, el mensaje divino al que los sentidos espirituales son receptivos. El poder del Cristo, al iluminar y gobernar la consciencia, pone al descubierto la naturaleza engañosa de los sentidos materiales y nos permite liberarnos a nosotros mismos y a los demás del pecado y la enfermedad. En otras palabras, de todo lo que es desemejante a Dios, el bien. 

Así es como se deja constancia de la verdad en nuestras vidas y en las vidas de los demás. Incluye escuchar, estar de acuerdo y aferrarse a lo que Dios, la Mente divina, nos presenta constantemente. En Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, Mary Baker Eddy nos dice exactamente qué es eso: “La Mente inmortal y divina presenta la idea de Dios: primero, en luz; segundo, en reflejo; tercero, en formas espirituales e inmortales de belleza y bondad” (pág. 503).

¿Qué sucede cuando aceptamos lo que Dios presenta? La consciencia es esclarecida por la iluminación espiritual de la Verdad, y así reflejamos la Verdad. Esto trae reforma y curación. ¿Cómo?

Dios presenta Su idea en luz, porque “Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él” (1 Juan 1:5).

El pecado, la enfermedad y la muerte parecen reales sólo en la oscuridad de la creencia mortal, que no existe en la Mente divina inmortal, donde todos existimos en nuestra verdadera identidad como expresión espiritual de Dios. 

En la comprensión de la Verdad espiritual, encontramos salud, es decir, la plenitud y santidad de la Vida eterna. Esta Verdad que fue revelada a la Sra. Eddy a través de las palabras y obras de Cristo Jesús fue demostrada y registrada por ella en Ciencia y Salud, para beneficio de todos.

A través de sus propias pruebas, y una curación de lesiones graves después de recurrir a la Biblia en busca de ayuda, ella descubrió que la salud es completamente espiritual. La salud es la perfección y pureza permanentes de la creación espiritual de Dios. Por lo tanto, allí mismo donde las imperfecciones físicas o las impurezas morales aparecen al sentido material y al pensamiento mortal, podemos volvernos silenciosa y obedientemente a la luz inmortal omnipresente, y caminar en esta luz. Este es el primer paso práctico que cada uno de nosotros puede dar para experimentar la salud por nosotros mismos y ayudar a otros a experimentarla. Todos nosotros vivimos realmente en esta luz espiritual, donde no se pueden encontrar pensamientos o manifestaciones sombrías e insalubres.

Cuando nos miramos en un espejo, vemos un reflejo de nuestra apariencia física, que se cree que está constantemente sujeta a cambios, limitaciones y discordias. Pero la Ciencia divina del ser presenta un tipo diferente de espejo. Nos muestra lo que Dios presenta y ve: Su propia imagen y semejanza, perfecta e inmutable. Y eso es lo que realmente somos, el reflejo de Dios, que es tan sistemático y eternamente atractivo, puro y saludable como lo es Dios.

Los sentidos materiales no pueden ver a Dios ni Su reflejo. Dios es Espíritu, y el reflejo del Espíritu es espiritual, no físico. El sentido espiritual ve este reflejo, la verdadera identidad de todos. Dios nos ha dado a cada uno de nosotros, Sus amados hijos, este sentido espiritual, que despierta cuando estudiamos la Biblia junto con Ciencia y Salud. Proporcionan la lente a través de la cual discernimos la verdadera idea de Dios.

Las formas espirituales de belleza y bondad incluyen cualidades tales como bondad, misericordia, pureza, integridad, etc., y se disciernen a través del sentido espiritual. Cuando discernimos que las cualidades espirituales constituyen la única identidad real de nosotros mismos y de los demás, se hacen evidentes en una mejor salud y moral. Esa es la curación en la Ciencia Cristiana: la prueba actual de la Verdad divina que Jesús enseñó y demostró. 

Deja que la Verdad quede registrada en tu vida. Deja que ilumine tu consciencia, se refleje en tu vida y aparezca en “formas espirituales e inmortales de belleza y bondad”. Envía tus testimonios de curación a La Sociedad Editora de la Ciencia Cristiana para que el poder sanador de la Verdad que has experimentado pueda registrarse en el Journal o en sus publicaciones hermanas: el Christian Science Sentinel y El Heraldo de la Ciencia Cristiana. Esto no solo alentará a nuestros lectores, dándoles esperanza de progreso y curación, sino que cumplirá la promesa que hacemos como Científicos Cristianos de “no dejar[nos] inducir a olvido o negligencia en cuanto a [nuestro] deber para con Dios, para con [nuestra] Guía y para con la humanidad” (Mary Baker Eddy, Manual de La Iglesia Madre, pág. 42). 

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