Originales Web
Apareció primero el 27 de enero de 2025 como original para la Web.
Original en español
Mi esposo y yo fácilmente obtuvimos un préstamo, y mis padres pudieron vender su casa muy rápidamente. Yo continué orando y afirmando las ideas divinas que atesoraba, y las casas fueron terminadas en muy poco tiempo.
Apareció primero el 3 de febrero de 2025 como original para la Web.
Original en español
Respiré profundo. Mientras le indicaba al niño que se quedara conmigo, mentalmente afirmaba que todo es en realidad la manifestación de Dios. Fue entonces que, sin mayor esfuerzo, la corriente nos empujó hacia el otro lado de la playa.
Desde entonces, he podido leer Ciencia y Salud de principio a fin más de una vez, obteniendo cada vez más comprensión de la naturaleza de Dios —incluida Su bondad— y Su creación.
Cuando llegar a un acuerdo con los demás parece difícil, una cosa que he encontrado útil es acercarme a Dios —el Amor divino mismo— para ver con más claridad que todos estamos inherentemente “de acuerdo” con la naturaleza divina del Amor.
Me negué a aceptar que mis clientes pudieran ser agresivos, obstinados o poco afectuosos, porque esa no era su verdadera naturaleza.
Estaba empezando a ver que mi motivación para amar viene de Dios, que es Amor, y que amar se trata realmente de Dios, no de mí.
Refuté la pretensión de que podía existir un poder que podría descarrilar los esfuerzos por establecer la buena voluntad entre los países.
Esta experiencia me enseñó que nuestras oraciones no solo nos bendicen a nosotros. También bendicen a los demás (incluidos los animales), lo sepamos o no.
Publicado originalmente en portugués
Cuando recuerdo mi trayectoria en el aprendizaje del significado espiritual de las enseñanzas de Cristo Jesús, me siento muy agradecida con el compañero de trabajo que me mostró el camino y con la practicista que me enseñó los primeros pasos en esta Ciencia y apoyó mi crecimiento en ella.
Ningún concepto, hipótesis o invención humana tiene la sabiduría, la claridad inherente o la percepción para lograr esto sin que la luz indispensable del Cristo atraviese la consciencia ligada a la materia e ilumine nuestra naturaleza únicamente espiritual.