Originales Web
Apareció primero el 21 de octubre de 2024 como original para la Web.
Publicado originalmente en portugués
El colega que viajaba conmigo dijo que, durante esa conversación telefónica, yo estaba hablando como lo haría un padre al compartir las cualidades expresadas por un hijo.
Estar con Dios, el Todopoderoso, es estar con el único poder verdadero que gobierna el universo. Teníamos autoridad divina para rechazar la creencia de que el clima está fuera de control y para aferrarnos, en cambio, al hecho espiritual de que siempre está sujeto a la sabiduría de Dios.
Me di cuenta de que, en lugar de limitarme a decir lo que pensaba, era más importante escuchar a Dios y dejar que el Amor guiara mis palabras y acciones.
El Principio divino, la ley universal del Amor, tiene bendiciones infinitas para cada uno de nosotros. Obedecer el Estatuto de “La oración diaria” nos protege del temor, la obstinación y el egoísmo. Nos permite vivir y dar un afecto genuino y puro que tiene un fundamento espiritual.
A medida que abrimos nuestros corazones al mensaje de verdad del Cristo, vemos más de nuestra armonía inherente como los hijos espirituales de Dios.
La luz y la majestuosidad del Cristo nos acompañan a lo largo de esta temporada navideña y más allá. El Cristo eterno trae consuelo, fortaleza espiritual y alegría a todos.
Tenemos que tener hambre del bien. Tenemos que tener sed de la Verdad. Ciertamente, no podemos darnos el lujo de distraernos con debates sobre la forma del mensaje cuando la energía vibrante del mensaje está tan cerca.
Estaba muy agradecida por Dios. Y estaba agradecida de saber que los pensamientos de Dios están allí mismo para nosotros, ¡incluso antes de que los pidamos!
Los hijos de Dios, y todas Sus criaturas, son inocentes. Ninguna puede sufrir un castigo por ninguna actividad inofensiva o normal.
Cuando nos apoyamos en Dios y nos sometemos a Su supremacía y cuidado, descubrimos cada vez más que podemos regocijarnos en lugar de preocuparnos.