En 1995, había estado trabajando como músico y profesor de guitarra por un tiempo, y mis ganancias aún eran modestas. Estaba a punto de comenzar varios meses de entrenamiento para profesores de guitarra, que se llevaría a cabo unos días a la semana. Aunque tenía asistencia financiera para parte de la capacitación, necesitaba pagar el resto yo mismo.
Pensé que sería útil conseguir un trabajo a tiempo parcial para obtener ingresos adicionales mientras crecían mis actividades musicales. Sin embargo, solo podía trabajar por las noches o los fines de semana para dejar mis días de semana libres para la capacitación y la enseñanza, y el trabajo tendría que ser en un campo correspondiente a mis habilidades y experiencia. Encontrar un puesto así no sería fácil. Fui a la agencia de empleo local varias veces sin encontrar nada adecuado. Me estaba poniendo ansioso.
Tratar los problemas mediante la oración en la Ciencia Cristiana todavía era algo nuevo para mí, pero fue así como decidí abordar esta situación. Un día, mientras oraba y leía Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, por Mary Baker Eddy, esta frase me llamó la atención: “El sentido espiritual, contradiciendo los sentidos materiales, entraña intuición, esperanza, fe, comprensión, realización, realidad” (pág. 298). Esto tenía mucho sentido para mí. Me sentí inspirado por la profunda confianza en que Dios estaba a cargo y que todo estaba bien. La ansiedad se desvaneció.
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