
Para jóvenes
Es una sensación que muchos adolescentes conocen muy bien en este momento: las tinieblas del agotamiento, la ansiedad, la desesperanza. Pero la ayuda está a la mano. Esta autora comparte detalles específicos sobre la oración que la elevó, y puede elevarte a ti, hacia la luz.
Cuando un artículo caro fue dañado en el almacén donde trabajaba esta adolescente, su jefe le pidió que ocultara la verdad para protegerlo escribiendo un correo electrónico deshonesto. ¿Qué debía hacer? Recurrir a la oración la llevó a una solución inesperada.
Ella se sentía una víctima —según su propia confesión— e identificarse de esa manera la hacía sentir especial. Pero cuando comenzó a aprender sobre la Ciencia Cristiana, esta autora se dio cuenta de que quería abandonar la identidad de víctima por algo infinitamente mejor.
Acababa de perder a su madre, y luego la persona que, según sentía, era su alma gemela rompió con ella. ¿Qué podemos hacer cuando todo se está desmoronando? Entre otras cosas, esta autora explica que confiar en la ayuda constante de Dios a cada momento puede ser siempre una ayuda presente.
Cuando este estudiante de bachillerato comenzó a tener debilitantes ataques de pánico, descubrió que podía hacer más que lidiar con el problema. Podía esperar una curación completa orando como había aprendido en la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana.
Ella nunca había pensado en sí misma como una corredora, pero mientras se preparaba primero para una carrera de 5000 metros y luego una media maratón, esta autora descubrió que correr era mucho más que atletismo. En realidad, era una oportunidad para aprender más acerca de Dios, y esta comprensión no solo la ayudó a superar las limitaciones, sino que también la ayudó a sanar de una lesión que había sufrido antes de la carrera.
Un adolescente comparte cómo ha estado orando durante la pandemia para sí mismo, los negocios de su padre y el mundo.
Puede que sea difícil hablar sobre temas como el racismo y orar por ello. Un Científico Cristiano de color cuenta cómo ha cambiado su pensamiento acerca del racismo y cómo esto estimula sus oraciones y transforma sus conversaciones.
No importa cuán confusas o perturbadoras puedan llegar a ser las cosas con las personas que amamos, los ángeles de Dios siempre están ahí para decir: “No temas” y para arreglar la situación.
Esta estudiante universitaria ya se sentía abrumada cuando de repente se enteró de que tendría que prepararse para un examen adicional. ¿Cómo iba a hacerlo todo? Dios tuvo una respuesta sorprendente para ella.