P: Mis amigos comenzaron a vapear hace unos meses, y luego yo también lo hice. Pero ahora siento que no puedo parar, y necesito ayuda para dejar de fumar antes de ir al campamento.
R: Mis esfuerzos para dejar de fumar nunca habían durado mucho. En mi caso, eran los cigarrillos. Pero al igual que tú, una vez que empecé, me resultaba difícil parar.
Cuando tenía tan solo siete años, comencé a sacar cigarrillos del suministro que guardaba mi madre para que los invitados los disfrutaran cuando venían a jugar a las cartas. Durante mi adolescencia, obtuve permiso para fumar frente a mis padres, aunque nunca me compraron cigarrillos. Ninguno de mis padres fumaba, pero me encantaba identificarme con todas las bellas estrellas de cine que lo hacían.
Aunque me gustó fumar a temprana edad, después de un tiempo quise dejar. Lo intenté y lo intenté, pero siempre volvía al hábito. Luego, durante mi primera lectura de Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, por Mary Baker Eddy, sucedió algo que me sorprendió. Me desperté en medio de la noche y sentí el impulso de entrar en la sala de estar. De pronto eché a la basura mi paquete de cigarrillos. Regresé a la cama con una gran sensación de paz. Después de eso, ¡nunca tuve el deseo de volver a fumar!
En aquel entonces, estaba tomando una clase sobre comunicación y tuve la bendición de que la pregunta del ensayo que elegí responder me dio una idea más clara de lo que había sucedido esa noche. Mi pregunta era: “Si eres fumador, explica por qué fumas cuando circula tanta información sobre sus peligros para la salud. O, si eras fumador y dejaste de fumar, cuenta cómo lo hiciste”.
En mi ensayo, expliqué que el libro que había estado leyendo había transformado mi concepto de mí misma. Antes de leerlo, había estado convencida de que fumar era solo parte de lo que yo era. Me relajaba cuando hablaba con mis amigos. Y como las celebridades a las que admiraba también fumaban, pensaba que de alguna manera me ayudaba a sentirme parte del grupo o ser más atractiva.
Pero al leer Ciencia y Salud, descubrí que estaba abandonando muy naturalmente estas falsas creencias acerca de mí al comprender que Dios es totalmente bueno y mi identidad es creada por Dios, es decir, es buena y digna. En el ensayo expliqué que las ideas de este libro me permitieron intercambiar el sentido de mi identidad como mortal y material por el sentido inmortal y espiritual de identidad que Dios nos da. A medida que me vi a mí misma de manera diferente —es decir, espiritualmente— las formas improductivas de pensar y actuar desaparecieron con toda naturalidad. Liberarme de fumar fue genial, pero fue una libertad mental más profunda lo que provocó este cambio, y fue lo más significativo para mí.
Así que, respecto al vapeo, tal vez en lugar de pensar que tienes que dejar un mal hábito, puedes abordarlo de una manera más positiva, por ejemplo, como una oportunidad para comprender quién eres realmente como la creación muy buena de Dios. No estás luchando por sentirte integrado o satisfecho ni buscando alguien que te llame o te tranquilice. Tu identidad espiritual, hecha por Dios, es siempre pacífica, segura, amada, digna y completa. Sentir la verdad de esto fue lo que me liberó de la adicción, y puede hacer lo mismo por ti.