
Para jóvenes
Así como el reflejo en el espejo no puede menos que ser lo que está frente al espejo, nosotros no podemos menos que reflejar las cualidades de Dios; nosotros somos Su reflejo.
Afirmar que el mal es una irrealidad no significa ignorarlo.
Deja que la luz del Cristo sea todo para ti y observa la curación que se producirá como resultado. Este es el regalo más espléndido que puedes dar esta temporada de Navidad, y el mundo te lo agradece.
Es realmente el amor de la autora por Dios lo que se ha transformado en el factor motivador más grande de su vida, y la mejor defensa contra la tendencia a aplazar las cosas.
La autora se dio cuenta de que la única forma de poder avanzar era orar, porque realmente no quería ceder a la apatía o al resentimiento. Ella quería escuchar la dirección de Dios.
Donde Dios, el bien, está presente, no hay lugar para nada ajeno al bien, como la enfermedad.
Al orar por una pierna lastimada nuestra joven autora comprendió que necesitaba liberarse de los sentimientos no resueltos respecto al divorcio de sus padres. Ella sanó cuando se dio cuenta de que nunca había estado separada del amor de Dios.
Al orar para percibir su verdadera identidad, nuestra joven autora sanó de una infección en la garganta.
Un día, de pronto le empezaron a doler el pie y el tobillo cuando corría. Nuestro joven autor recurrió a Dios en busca de ayuda y fué sanado.
Considera cuán poderosas son tus curaciones; qué importantes son. ¿Quieres enviar tu curación? Presiona Enviar manuscrito. Muchísimas gracias por sus colaboraciones.