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Para jóvenes

Llevarse bien con mamá

“¿Estás bromeando? ¿Quieres que haga qué? ¡Qué estupidez!” Sí, esa era yo de adolescente, alterándome cada vez que mi mamá me decía qué hacer. Pensamientos como éstos luego darían lugar a conversaciones hostiles con mi mamá donde le decía cosas que más tarde me daba cuenta que no había querido decir.

Una primera cita que cambió mi vida

No podía imaginar que conseguir un novio fuera a significar también convertirme en una científica cristiana. Pero eso es exactamente lo que sucedió.

Debía descubrir mi valía

De niña, nunca quería dar mi opinión o llamar mucho la atención. Mejoré un poco respecto a esa falta de confianza en mí misma cuando empecé a asistir a un campamento para Científicos Cristianos todos los veranos, y aprendí a identificarme espiritualmente: que soy buena y valiosa, como Dios me creó.

Lejos de casa, pero cerca de Dios

Estoy en mi último año de la secundaria y vivo en Nicaragua. El año pasado, durante las vacaciones de la escuela, tuve la oportunidad de viajar a Suiza para visitar a mi prima y a su esposo, que tienen dos niños pequeños.

Siempre a salvo en Dios

Un día, hace dos años, fui a andar en bicicleta con algunos amigos, y en nuestro camino de regreso de repente me topé con una piedra grande. Mientras trataba de frenar la bicicleta y desviarme de la dirección en donde estaba la piedra, el manubrio se bloqueó y salí lanzado hacia adelante.

Se recupera de un golpe

En mi casa teníamos un mueble como de un metro de altura, donde había una pantalla de computadora vieja, que pesaba casi tanto como una televisión de las de antes. Fui a sacar unas cosas de debajo del mueble y la pantalla se me vino encima golpeándome fuertemente la cabeza.

Dios gobierna mi actividad

Formo parte del equipo de rugby de mi universidad. Hace dos años, durante un juego, choqué con un jugador del equipo contrario, y su cabeza me golpeó la nariz muy fuerte.

La oración reemplazó el pánico

No podía recordar casi nada. Eran las 11:30 de la noche, y tenía un examen de periodismo al día siguiente.

El Amor divino siempre responde a mis necesidades

Empecé a asistir a la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana a la edad de seis años. Hoy en día valoro inmensamente esos años en la Escuela Dominical porque si bien no recuerdo haber puesto en práctica en aquel entonces las verdades que aprendí de maravillosos maestros y compañeros, han sido el fundamento de lo que hoy vivo, practico y en lo que procuro basar mi pensamiento.

Siempre preparado para obrar bien

En agosto de 2011  empecé a asistir a una universidad aquí, en los Estados Unidos, y comencé a jugar en su equipo de fútbol. Hacía seis años que no jugaba o hacía ejercicio, así que después de cuatro días de entrenamiento empecé a sentir un dolor agudo en la parte de arriba de mis pies.

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.