
Para jóvenes
Sobre su cómoda hay una botella de gin sin abrir, como un diario recordatorio de la vida que dejó atrás. Cuando tenía 15 años, mi amigo David (no es su nombre verdadero) comenzó a beber alcohol y a fumar marihuana con frecuencia.
Faltaban sólo dos días para viajar a Estados Unidos. Iba a estudiar en una escuela para Científicos Cristianos, donde no conocía a nadie.