
Para jóvenes
Hace dos años, yo tenía una verruga en la mano. Cuando mi papá, que no es Científico Cristiano, me llevó al médico para que la revisara, el doctor la quitó, pero después de unos pocos meses, apareció otra vez.
El año pasado estuve de vacaciones en el sur de Francia. Una mañana, me desperté y fui a nadar con mi familia.
A mí me encanta mi colegio. He estado en él desde que tenía tres años y pienso terminar allí mis estudios.
Una mañana, me levanté con dolor de estómago y vómicos. Era domingo y tenía que ir a la Escuela Dominical.
Kunti es una joven de 16 años que cuida de una níña discapacitada, cuya madre asiste a una iglesia de la Ciencia Cristiana. Kunti va a la iglesia con esa familia.
No siempre es fácil ser afectuoso y gentil todo el tiempo, ser valiente en todas las situaciones, saber que Dios es Amor y que todo está bajo Su control, ni responder al mal con el bien, y aceptar a todas las criaturas y a mis semejantes con amor. No obstante, podemos hacer todo eso a lo largo de la vida, cuando sentimos el amor de Dios.
Cuando tenía 16 años, tuve una curación en la Ciencia Cristiana que es muy importante para mí, incluso hoy. Ya había tenido varias curaciones, pero esta curación fue el primer desafío grande que enfrenté.
Precisamente así me sentí a partir de que empecé a conocer la Ciencia Cristiana hace aproximadamente 4 años. Mi Mamá hacía algún tiempo que estaba concurriendo a los servicios religiosos, y al ver todos los cambios tan positivos que ella había tenido desde que comenzó a asistir a ese grupo, en un momento de gran desesperación, oré a Dios.
El año pasado, estaba con amigos jugando cricket y cuando en un momento dado eché a correr, me caí sobre el piso de concreto que estaba muy resbaloso. Me caí golpeándome primero los codos y empecé a sentir mucho dolor.