
Para niños
Esta Navidad comparte el espíritu juvenil del Cristo con dos colecciones en línea de artículos para jóvenes y niños, publicados este año en El Heraldo. Estas colecciones vienen con su propia portada e índice, y son nuestro regalo para ti.
Mi mamá y yo fuimos a la fiesta de cumpleaños de mi primito. Yo estaba jugando, corriendo y saltando cuando me caí y me lastimé la rodilla, y me dolía mucho.
El año pasado, justo después de las vacaciones de Navidad, en mi escuela me nombraron líder de mi clase por mis calificaciones y comportamiento, aunque soy el alumno más joven. Tengo que confesar que al principio tuve serios problemas.
En una ocasión, mi papá, mi hermano y yo queríamos volar a los Estados Unidos para ir a un campamento de verano de la Ciencia Cristiana. El día que debíamos viajar de Frankfurt a los Estados Unidos, yo no me sentía muy bien.
¡Hola! Quiero contarles una curación que tuve con la oración hace dos años. Un día, estaba en la escuela y empecé a tener mucha fiebre.
La Sra. Green suspiró.
—Ésta es nuestra casa nueva, José —dijo la mamá. José miraba y miraba pero no podía ver ninguna casa.
Una mañana, la pequeña lechuza se despertó sin saber dónde estaba. ¡Había tanta niebla! —Uh uh-uh uh, ¿dónde estoy? —¡En-caaa-sa! ¡En-caaa-sa! ¡En-caaa-sa! —ululaba la sirena de un barco allá lejos en el mar.