Relatos de curación

Con sincera alegría doy gracias a Dios por Mary Baker Eddy y por haberme Él concedido la gran bendición de haber podido yo dejar, sin mayor dificultad, las bebidas alcohólicas, vicio del que fui esclavo por algunos años. Pude aplicar la declaración de Génesis (1:27): “Creó Dios al hombre a su imagen”, y reconocerme como imagen de Dios.

Nuestra familia ha recibido muchas curaciones mediante la aplicación de la Ciencia Cristiana. Cuando nuestra hija mayor tenía seis meses, la examinó un médico.

Hace más de cincuenta años que por primera vez me presentaron la Ciencia Cristiana. Mediante la lectura y el estudio de Ciencia y Salud por la Sra.

Al dar el siguiente testimonio, desearía hacer hincapié en que he tenido pruebas muy evidentes en mi vida que me han permitido reconocer la omnipresencia y la supremacía de Dios, que es Vida, Verdad y Amor divinos. Al tratar de comprender el ser verdadero, es útil reconocer la verdad que encierra la declaración de la Sra.

Hace algunos años me interesé en la Ciencia Cristiana, después de haber sufrido ocho operaciones quirúrgicas de hernia durante un período de once años. En ese tiempo un médico me examinó y me dijo que era necesario hacer una novena operación pero que no podía garantizar su éxito.

Hace más de cincuenta años mi esposo me pidió que le permitiera llamar a un practicista de la Ciencia Cristiana, Christian Science (crischan sáiens) después de que la medicina material había fallado para curarme de una seria condición de toxemia. Varios años antes de que yo lo conociera, fue testigo de la curación, mediante tratamiento de la Ciencia Cristiana, de una enfermedad del corazón que padecía su padre.

Hace algunos años me di cuenta que tenía una mancha en la espalda. Se agrandó considerablemente y sabía que debía ser sanada.

Hace más de cuarenta años que supe por primera vez de la Ciencia Cristiana al ser invitado a una conferencia de esta Ciencia. No recuerdo ahora lo que se dijo en la conferencia, pero nos impresionó porque inmediatamente mi esposa y yo comenzamos a concurrir a los servicios religiosos de una iglesia filial e inscribimos a nuestros dos hijos en la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana.

En cierta ocasión estuve enferma y los síntomas parecían ser de tuberculosis. Perdí mucho peso durante esa época.

La Sra. Eddy escribe en Ciencia y Salud (pág.