Relatos de curación
Estoy profundamente agradecido por una reciente curación que tuve en la Ciencia Cristiana Christian Science (crischan sáiens) . Durante muchos años llevé una carga molesta en mi espalda que tenía la apariencia de una protuberancia desagradable y anormal.
Al dar su aprobación al propósito que tenía un miembro del personal de su casa de dar un paso para progresar más en espiritualidad durante el Año Nuevo, se relata que la Sra. Eddy dijo: “Sí, un paso fuera de los sentidos, un paso hacia las acciones, no las palabras” (ver Twelve Years with Mary Baker Eddy, Doce Años con Mary Baker Eddy, por Irving C.
Hace algún tiempo me encontré aparentemente bajo una considerable tensión. Cometí el error de tratar de hacer e trabajo de otros además del mío.
Hace algunos años sufrí de un dolor físico tan intenso que no me fue posible pensar coherentemente. Solicité ayuda de un practicista de la Ciencia Cristiana, y dentro de una semana pude viajar a un sanatorio de la Ciencia Cristiana.
Hace años que soy estudiante de la Ciencia Cristiana y he tenido muchas curaciones, incluyendo la curación de estómago caído. Mi alimentación había sido reducida a tres tazas de té y tres galletas por día cuando tuve una vislumbre de que Dios, el Espíritu, es supremo y que la materia no sostiene la Vida, que es Dios.
El error verdaderamente desaparece ante una consciencia espiritualizada. Envío este testimonio con la esperanza de alentar a otro que esté tal vez acosado por un gran temor.
En la época que conocí la Ciencia Cristiana, era yo una persona sumamente infeliz. Mis hijas se habían casado y vivían muy distante de nuestra casa.
Presento este testimonio con sincera gratitud por las maravillosas curaciones que he tenido en la Ciencia Cristiana. Me gustaría expresar gratitud especial por Ciencia y Salud por la Sra.
Siendo muy joven y en momentos en que cursaba estudios universitarios, tuve que enfrentar súbitamente muchas nuevas exigencias de la vida, sin hallarme preparado espiritualmente para solucionarlas. Hasta entonces no sabía lo que es Dios y la relación que existe entre Dios y el hombre.
Hace muchos años que deseaba escribir sobre una maravillosa curación que mi esposa y yo tuvimos con nuestro primer hijo. Unas seis semanas después de haber nacido nuestra hija, el médico que la atendía le comunicó a mi esposa que la niña tenía una pierna dos centímetros y medio más corta que la otra.