Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

[Original en español]

“El Amor divino siempre ha respondido y siempre responderá a toda...

Del número de abril de 1979 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


“El Amor divino siempre ha respondido y siempre responderá a toda necesidad humana”. Estas palabras en Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy (pág. 494) han probado ser completamente ciertas en mi vida. Todo lo que pudiera decir para expresar mi gratitud no es suficiente, pues la Ciencia CristianaChristian Science (crischan sáiens) ha cambiado mi vida.

Debido a la naturaleza de mi trabajo estaba obligado a poner mis manos frecuentemente en queroseno y tinta. Con el tiempo se me formaron llagas. Para aliviar el escozor debía aplicarme una pomada la cual llevaba siempre en el bolsillo. Después de conocer la Ciencia Cristiana, estudiaba siempre la Lección Bíblica en el Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana. Un día tuve la inspiración de ir a ver a una practicista para que me ayudara a vencer ese error.

La practicista me recibió con gran bondad y me habló de Dios, y de mi unidad con Él, de nuestro gran Maestro, Cristo Jesús, y de la Sra. Eddy. Todo me parecía nuevo. Salí de su oficina tan satisfecho, tan feliz que no me acordé del problema de mis manos. Cuando llegué a casa me di cuenta de que estaban completamente curadas. Mi esposa y yo nos regocijamos juntos. Pero mi alegría fue aún mayor cuando vi que también estaba curado de una hernia que me había molestado por mucho tiempo. Yo ni le había mencionado esto a la practicista. Estas curaciones fueron instantáneas. Han pasado varios años y he seguido trabajando con queroseno y tinta, pero mis manos están bien.

Recientemente he tenido una demostración de provisión relacionada con mi vocación y con nuestros ingresos. En el taller donde estaba empleado, cumplía mis tareas junto con otro compañero. Habíamos trabajado juntos durante varios años, siempre bajo las mismas condiciones. El trabajo era mucho, pero muy escasas las entradas. Recuerdo que, cuando le hablé de esto a la practicista, me dijo que nunca debía olvidarme que Dios nos da a cada uno abundantemente todo lo que necesitamos para demostrar lo completo de nuestro ser. En ese momento me pareció demasiado bueno para ser verdad. La abundancia parecía muy remota, pues lo que ganaba apenas me alcanzaba para lo más necesario de mi familia y unos pocos centavos para el ómnibus. Habían pasado varios años pero yo no olvidé las alentadoras palabras de la practicista.

Mi compañero y yo decidimos trabajar por nuestra cuenta. Él se adelantó y compró la máquina que debíamos usar juntos, por lo cual tuve que usar una máquina que era difícil de manejar y de poco rendimiento. No me quejé ni discutí; dejé el problema en manos de Dios, seguro de que Él lo resolvería todo. Al poco tiempo los dueños de la tipografía decidieron cerrar el taller y me vendieron otra máquina muy buena, con todos los elementos necesarios y con grandes facilidades de pago.

Instalé mi propio taller en casa. Ésta fue una gran demostración y no dudé ni por un momento que el Amor divino me iba a proveer de trabajo, y verdaderamente puedo decir que me llueve el trabajo. Ahora tenemos una gran abundancia del bien en nuestra familia. Pude comprobar las palabras de la practicista. Mi esposa, que al principio no quería saber nada de la Ciencia Cristiana, es ahora una buena estudiante, y nuestro hijito crece con lo que nosotros le enseñamos de la Ciencia Cristiana y lo que aprende en la Escuela Dominical.

Mi esposa también tuvo una curación, demostrando el poder de Dios. Hacía más o menos veinte años que sufría de alergia nasal y constantemente tenía que ponerse gotas. Nuestro hijo tenía el mismo problema. Cuando le dije a mi esposa que dejara de usar gotas y estudiara Ciencia Cristiana, ella me contestó que no podía dejar de usar medicamentos porque temía sufrir mucho. Por fin comenzó el estudio de Ciencia Cristiana. Poco a poco se fue olvidando de las gotas y después de tantos años de usar medicamentos, tanto ella como el niño fueron prontamente sanados por medio de esta Ciencia.

Estoy sumamente agradecido por todas estas demostraciones. También me siento muy feliz de ser miembro de La Iglesia Madre y de la filial de la Iglesia de Cristo, Científico, en Rosario, donde puedo ayudar en muchas actividades sirviendo en distintos comités.


Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / abril de 1979

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.