Relatos de curación
Mientras oraba para sanar de eczema, carolyn sentió que una corriente cálida atravesaba su cuerpo y supo que estaba sana. Esta curación constituyó un momento decisivo muy claro en su comprensión del poder sanador y práctico de la Ciencia Cristiana.
Ver que Dios, quien es Espíritu, es Todo le ayudó a Shrinkhala a comprender que la materia no es real y por lo tanto no tiene sensación. Y eso resultó en la curación de una herida.
Amy comprendió que Dios nos ama a cada uno de nosotros incesantemente y cuando aceptamos nuestra verdadera naturaleza como Su expresión espiritual, podemos experimentar cómo el Amor divino sana.
Cada circunstancia que nos exige poner en práctica lo que vamos comprendiendo en la Ciencia Cristiana nos fortalece, aumenta nuestra comprensión acerca de Dios y de nosotros mismos y nos demuestra esa maravillosa unidad que tenemos con nuestro creador.
Aun los efectos posteriores de algo que ocurrió hace mucho tiempo pueden sanar al comprender que siempre estamos gobernados por Dios, el Amor divino.
Paul fue sanado cuando se dió cuenta de que gripe no era otra cosa más que una pretensión falsa de que Dios, el Amor divino, no tenía el control y que el estaba a merced de las creencias comunes sobre las enfermedades y contagios estacionales.
No hay nada en la creación de Dios que pueda ser menos que armonioso. Una idea espiritual es incapaz de hacer daño o ser dañada de ninguna manera. Con ese reconocimiento, todos los síntomas de intoxicación por la comida desaparecieron, y la curación de Eileen fue completa.
Puesto que todos somos hijos de nuestro Padre y compartimos Su amor, no podemos evitar responder y expresarlo, que es exactamente lo que sucedió y como un problema de alcoholismo fue sanado.
Elaina es muy agradecida por las continuas y diarias pruebas de que todos los hijos de Dios, Sus ideas, trabajan juntas en armonía.
Cuando empezamos a comprender mejor la bondad de Dios, la vemos expresada en nuestra vida diaria y no solo encontramos los recursos materiales que parecen faltar, sino que también experimentamos la salud, la armonía y el amor, con los que nuestro Padre-Madre Dios nos bendice a diario.