Relatos de curación
La armonía es la ley de Dios. Un accidente no tiene ningún poder para hacernos daño; ningún poder para trastornar nada en el reino de Dios.
Paul relata varias curaciones mediante la oración.
Una curación de migrañas llevó Derek a reconocer que Dios nos ama y está siempre allí para ayudarnos. Cuando recurrimos a Él de todo corazón podemos reconocer Su presencia y amor.
Ante un problema en el trabajo, Bruce dejó de preocuparse por lo que sucedía humanamente y recordó que el cuidado y la provisión del bien de Dios son absolutos y permanentes, sin importar las circunstancias materiales.
Cuando Beverly cayó golpeándose muy fuertemente la cara contra el piso de concreto, la herida sanó rápidamente como resultado del tratamiento de oración de un practicista de la Ciencia Cristiana y de sus propias oraciones. También obtuvo un sentido más profundo de la verdadera identidad del hombre como uno con Dios, hecho a Su imagen, como declaran las Escrituras.
Al ver que su colega realmente había sido creado por Dios, Rod pudo expresar un amor más verdadero. Ese cambio de pensamiento trajo el perdón genuino y la curación de llagas que tenia en los pies.
Los temores de Ruth se disiparon rápidamente cuando se dio cuenta de que no estaba orando para sanar un brazo fracturado, sino trabajando para ver su perfección intacta como hija de Dios. Lee cómo fue curada.
Cuando la ambición de “obtener” ha sido reemplazada por el deseo de “dar”, Renie superó problemas financieros y de empleo. Ella cuenta que tiene el sincero deseo de ayudar a otras personas a recurrir a la Ciencia Cristiana para que también encuentren el consuelo, la alegría y la comprensión de Dios como Padre-Madre, Amor siempre.
Cuando recibió el diagnóstico de mal de parkinson, este autor oró reconociendo que Dios es bueno y Él hizo al hombre perfecto. No aceptó esta enfermedad como la verdad acerca de sí mismo y fue sanado.
A nuestra colaboradora le encanta saber que el mismo Dios al que la gente de la Biblia recurría, es el Padre y Madre del todo amoroso y omnipotente de sus hijos.