Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer
Original Web

Sana de úlceras diagnosticadas

Del número de enero de 2021 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

Apareció primero el 8 de octubre de 2020 como original para la Web.


Mi esposa comenzó a sufrir de úlceras en 2017. Muchas veces, especialmente durante la noche, tuve que llevarla de prisa al hospital por el dolor. Esto se repetía aproximadamente cada mes y medio, y provocó muchas preguntas en mi mente sobre cómo encontrar curación. Como Científico Cristiano, sabía que Dios tenía una respuesta perfecta basada en la comprensión espiritual de que la vida es realmente la Vida divina o Dios.

Así que meditaba profundamente sobre este versículo de las Escrituras: “Porque yo soy el Señor tu Dios, que sostiene tu diestra, que te dice: ‘No temas, yo te ayudaré’” (Isaías 41:13, LBLA).

Fue una época de escuchar a Dios y permanecer firme en Su dirección. Cuando la situación se agravó, los médicos examinaron a mi esposa y nos dieron informes aterradores. Dijeron que necesitaba cirugía. Cuando escuché esto, le pedí al médico más tiempo, a lo que mi esposa consintió. Quería tener tiempo para orar, para someter todo a Dios, sabiendo de corazón que mi esposa ocupa un lugar importante en Su creación espiritual y es inseparable del Amor divino, Dios. Sabía que lo que Él creó es bueno y que cada uno de nosotros, al reflejar Su imagen, nunca ha sido privado ni por un solo minuto de bondad, salud, paz y alegría. Ese tiempo me permitió concentrarme en confiar en que la mano de Dios sostenía fuertemente a mi esposa. Escuché con más atención solo la voz de Dios y renové mi comprensión espiritual de la existencia divina. Esto me hizo confiar en la curación divina. En un par de horas, el temor se disolvió y mi esposa se sintió aliviada. No tuvo más dolor.

Juntos vimos que su vida estaba abrazada en Dios. Como dice Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, “Dios es la Vida divina. . .” (Mary Baker Eddy, pág. 331). La vida expresa cualidades espirituales como salud y alegría, y también consta de infinitud espiritual. Le dije a mi esposa: “Dios conoce muy bien tu vida”. 

Después de eso, cada vez que íbamos al hospital para un chequeo, le daban un resultado positivo. Para nosotros esto era una evidencia de que la mano de Dios estaba en acción. Una vez, al principio, tomó un analgésico, pero después de eso, ella decidió que la oración sería su única medicina. Gastábamos mucho dinero para ir al hospital todos los meses, pero el mensaje “No temas” me seguía viniendo al pensamiento. Sabía que el Amor divino había establecido la causa del ser en el Espíritu infinito, y que la vida es la creación misma de Dios. Después, la mano sanadora de la Ciencia Cristiana tocó cada parte de mi esposa y ella estuvo bien.

El último día que nos reunimos con el médico, que fue en 2018, no tenía nada que decir excepto: “¡Mira, ella está bien!” No hubo necesidad de cirugía. Le respondí: “Gracias, Dios, por Tu curación”. Amigos y familiares se enteraron de esta noticia y alabé a Dios.

Paul M. Ngugi
Nanyuki, Kenia

Soy la esposa de Paul. Su relato es preciso. Sufrí de úlceras durante mucho tiempo, pero la oración cambió las cosas. Paul ha amado a Dios desde que lo conocí, confiando en Él para todo. Nosotros realmente oramos. Él elevó su pensamiento del sufrimiento a la verdad del ser espiritual perfecto. ¡Y aquí estoy, sana! La curación ha sido permanente y damos gracias a Dios. Ahora nuestros amigos y familiares creen en el poder de la oración.

Scola Karimi Ngugi

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / enero de 2021

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.