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Original Web

Ojo lastimado sana rápido

Del número de agosto de 2020 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

Apareció primero el 18 de mayo de 2020 como original para la Web.


La curación no toma tiempo; toma comprender y confiar en la Verdad divina. Tal vez, a veces nos sintamos tentados a pensar que una lesión tomará mucho tiempo para sanar, pero estoy agradecida por estar aprendiendo que podemos esperar curaciones rápidas basándonos en que Dios, el bien, es la única causa.

Hay autoridad bíblica para la declaración de que Dios es Amor (véase 1 Juan 4:8). Y el primer capítulo del Génesis afirma que Dios creó al hombre a Su imagen y semejanza, para que fuera divino, y que todo lo que Él hizo es muy bueno. En esta perspectiva de la creación, no hay pecado, enfermedad o muerte; en cambio, Dios, la Mente divina —en quien no hay variación alguna (véase Santiago 1:17)— crea, mantiene y sostiene Su universo perfecto, incluso el hombre, por toda la eternidad. La verdad es que, puesto que Dios —la Vida, la Verdad y el Amor divinos— jamás creó el pecado, la enfermedad o la muerte, estas no son condiciones reales. Y como jamás fueron creadas por Dios, el creador único, no pueden, en realidad, tener ningún efecto, puesto que necesitarían el respaldo de un creador para que las animara.

Hace unos tres años, mi esposo y yo tuvimos prueba de que esta verdad sana, y lo hace rápidamente. Mi esposo estaba afuera, echando ácido muriático en nuestra piscina para ajustar el nivel del pH. Yo había hecho lo mismo anteriormente, y me lo había salpicado en la ropa y de inmediato se había formado un agujero en la tela. Esta vez el ácido le salpicó en un ojo a mi esposo, y él gritó y corrió a buscar la manguera del jardín para enjuagarlo. Cuando lo oí gritar, salí de un salto de mi silla y lo encontré muy afligido, temeroso de perder la vista en ese ojo. De inmediato decidí mantener la calma y centrarme en lo que sabía acerca de Dios, y me vino de inmediato este mensaje angelical: “¡Dios nunca cambió!” Le dije a mi esposo: “Dios nunca cambió, así que tú tampoco puedes cambiar”. 

Comprendí con mucha claridad la verdad de que tanto mi esposo por ser la semejanza de Dios, como las facultades que Él le había dado, eran exactamente lo mismo ahora que cinco minutos antes porque Dios mantiene y sostiene a Su imagen y semejanza. La perfección es la única condición verdadera del hombre, quien está gobernado por su Principio divino, el Amor. La creencia en el mal, la enfermedad o cualquier forma de impedimento es tan solo la creencia en la ausencia de Dios, el bien. Mi esposo se tranquilizó un poco, pero dijo que su vista parecía borrosa. Persistí en afirmar en voz alta: “¡Dios nunca cambió!”.

Nos sentamos juntos, y yo comencé a leer del libro de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras por Mary Baker Eddy, el capítulo “Génesis,” el cual proporciona una exégesis espiritual versículo por versículo del primer capítulo de la Biblia. 

Poco después, mi esposo dijo que su vista estaba normal otra vez. Yo continué leyendo hasta que el temor se disipó por completo —alrededor de media hora— y los dos agradecimos a Dios por esta curación y Sus eternos brazos de Amor. Ambos comprendimos lo que acababa de ocurrir: Los sentidos materiales habían presentado evidencia de una lesión en el ojo de mi esposo, pero mediante nuestras oraciones comprendimos que esto no formaba parte de su identidad real como creación de Dios. La curación se había producido enteramente en el pensamiento, y eso restauró la armonía a la experiencia de mi marido.

Ciencia y Salud afirma que el hombre es “la compuesta idea de Dios, incluyendo todas las ideas correctas” (pág. 475). Cada función y facultad del hombre es una idea de Dios incluida en Su idea compuesta, el hombre. La verdad que Dios, la Mente, conoce de Sí mismo es reflejada en el hombre. La Mente divina es causa y el hombre es el efecto. Ningún mal puede persistir porque aquello que Dios no hizo no tiene poder para existir o persistir. La curación no toma tiempo; toma comprender y ceder a la Verdad divina. Por lo tanto, podemos esperar curaciones rápidas. 

Nikki Paulk
Ponte Vedra Beach, Florida, EE. UU.

Soy el esposo de Nikki. Todo lo que mi esposa describió es exactamente como ocurrió, y estoy muy agradecido por su inmediata aplicación de la verdad como enseña la Ciencia Cristiana. La curación ha sido permanente. Gracias al discernimiento espiritual de la Biblia de Mary Baker Eddy, incluidas las enseñanzas de Jesús, ahora podemos seguir más de cerca los pasos de nuestro Maestro.

Stephen Paulk

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