
Relatos de curación
Los temores de Ruth se disiparon rápidamente cuando se dio cuenta de que no estaba orando para sanar un brazo fracturado, sino trabajando para ver su perfección intacta como hija de Dios. Lee cómo fue curada.
Cuando la ambición de “obtener” ha sido reemplazada por el deseo de “dar”, Renie superó problemas financieros y de empleo. Ella cuenta que tiene el sincero deseo de ayudar a otras personas a recurrir a la Ciencia Cristiana para que también encuentren el consuelo, la alegría y la comprensión de Dios como Padre-Madre, Amor siempre.
Cuando recibió el diagnóstico de mal de parkinson, este autor oró reconociendo que Dios es bueno y Él hizo al hombre perfecto. No aceptó esta enfermedad como la verdad acerca de sí mismo y fue sanado.
A nuestra colaboradora le encanta saber que el mismo Dios al que la gente de la Biblia recurría, es el Padre y Madre del todo amoroso y omnipotente de sus hijos.
Hace algunos años BettyJo comenzó a experimentar problemas para hablar y caminar con normalidad. A través de sus oraciones, aprendió a mantener su atención en la verdad de la naturaleza perfecta del hombre como el reflejo perfecto de Dios. Y eso a llevou a experimentar la curación.
Dios es Amor, y cada uno de nosotros refleja el amor de Dios, por medio del cual bendecimos y somos bendecidos. Reconocer esa verdad espiritual llevó a Inés a deshacerse permanentemente del hábito de fumar.
Al tener dolor en el estómago, con la ayuda de su madre Lizzie oró y comprendió que ese dolor no podía ser parte de ella, puesto que Dios ama todos infinitamente. Lee cómo la cura se procesó.
La Verdad y el Amor son nombres para Dios, y la autora podía ver claramente que la estructura de la Verdad y el Amor está constituida por la relación armoniosa de todas las ideas de Dios unas con otras. Esta relación ordenada por Dios no incluye dolor, cargas, puntos de fricción o falta de actividad saludable.
Todos podemos recurrir a Él en cualquier momento. Dios es Amor, y Él ama a todos Sus hijos por igual.
Siempre estamos gobernados por Dios, la Mente divina, y el resultado debe ser la armonía.