Relatos de curación
Abrazar verdaderamente la voluntad de Dios, el bien, significa comprender que no vivimos en la materia sino en el Espíritu, y que Su voluntad brinda armonía a Sus hijos.
Kerstin se aferró al hecho de que ella es el reflejo del Amor, espiritual, no material, y alcanzó la curación después de un accidente.
Esta rápida curación fue una demostración para Robert de que rechazar el razonamiento material, y recurrir a lo que Dios conoce como completamente bueno, puede traer libertad y alegría.
Lejos de su hogar y luchando contra el dolor, esta estudiante universitaria oraba para sanar, pero también le preocupaba que su ubicación geográfica, lejos de sus padres, pudiera ser un impedimento. Comprender su relación indestructible con su Padre divino, Dios, la ayudó a calmar sus temores, y fue el momento clave en su curación.
No existe ningún otro poder o presencia llamada enfermedad —cualquiera sea el nombre— que pueda invadir nuestro ser. De modo que la espiritualidad del universo, la cual me incluye a nosotros, es la única realidad de la creación.
Allison comprendió que el Cristo, la Verdad, está presente con ella. En pocas horas sanó de todos los síntomas de resfriado.
Charlene comprendió que los síntomas físicos de la intolerancia a la lactosa se relacionaban con la creencia de que los productos lácteos puedan ser dañinos para el cuerpo. Una vez que rechazó y corregió la creencia en el pensamiento, los síntomas desaparecieron de forma permanente.
Lea cómo Jennifer se curó al comprender que no hay ninguna causa real para la enfermedad y que la Mente, Dios, es la única influencia.
Hace varios años mi madre falleció, y al enterarme volé inmediatamente a Sudáfrica. Nosotras éramos muy unidas, y me sentí agradecida por ser lo suficientemente fuerte como para realizar su servicio fúnebre y consolar a los que necesitaban consuelo.
Goldy Comprendió que la mente mortal es el único (supuesto) creador de la enfermedad, y que la materia en realidad no tiene ningún poder para lastimar o para curar.