Editoriales
Debido a que el hombre es creado a imagen de Dios, el Principio divino, es constante en el hombre la expresión de perfección. El ser verdadero es invariable.
Son muchas y muy complejas las decisiones que hay que tomar. Todos los días, la mayoría de las personas deben tomar unas cuantas, y la indeterminación de Hamlet de “ser, o no ser” puede parecerles elemental a los jefes de estado, a jueces y miembros de jurados, a los ejecutivos del mundo de los negocios quienes deben seleccionar equipos que cuestan millones, y aun a las amas de casa que deben escoger entre un sinnúmero de opciones que ofrece un supermercado.
La espiritualización del pensamiento: esto es lo único que adelantará y unirá a nuestra iglesia y la mantendrá segura. Es lo único que finalmente contribuirá a que la Ciencia Cristiana se destaque, separada y apartada del pensamiento y la organización meramente mortales.
—¡Eres asombrosa! ¡En los veinticinco años que te conozco no has cambiado nada! — dijo una mujer a otra. —¿Qué? — respondió la otra con fingida sorpresa —.
La atención del mundo se concentró en algo que tenía todas las probabilidades de convertirse en un grave incidente internacional. Los soldados de una fuerza de seguridad, apostados en una zona desmilitarizada para mantener la paz, fueron atacados.
Las enseñanzas de la Ciencia Cristiana Christian Science (crischan sáiens) son esencialmente sencillas — no son ni complejas ni difíciles de comprender. Y no son difíciles de practicar.
Nuestras gallinas ponedoras producían fielmente una canasta de huevos todos los días. Al parecer, las gallinas vieron un pasto más verde del otro lado de la cerca.
El estado permanente de salud que tanto anhela la mayoría de la gente lo podemos tener ahora, justamente donde estamos. La verdadera salud no depende de las condiciones físicas, la casualidad, la localidad geográfica, el clima o la ley material.
Muy a menudo, los problemas sacuden nuestro progreso. Mas es preferible que desde el comienzo progresemos mediante la comprensión espiritual y no por los aguijones de las preocupaciones.
Aunque sería raro encontrar guardias armados estacionados en los templos en todo el mundo, no lo sería tanto encontrarlos en bancos, establecimientos militares o en algunas industrias. Sin embargo, las iglesias, mezquitas, pagodas y sinagogas, en general no han sido instituciones que necesiten ser defendidas.