Usted — en su verdadera identidad como expresión de la Vida divina — jamás se deteriorará. El hombre, la creación de la Vida, no está más expuesto a la decadencia y desintegración de lo que lo está la Vida inmortal.
Por muy persuadido que uno esté de que su salud y bienestar están decayendo, esto nunca puede ser verdad respecto a su ser verdadero. Lo único que puede deteriorarse y desaparecer es el falso concepto de que el hombre es corpóreo. La deterioración de los conceptos equivocados acerca del ser verdadero es inevitable, porque jamás tuvieron validez. La Ciencia CristianaChristian Science (crischan sáiens) acelera esta desaparición de falsos conceptos en la vida del individuo. Explica cómo podemos despertar del estupor de creer que vivimos en un armazón físico y en un universo material, a la comprensión del ser infinito del hombre como idea de la Vida. Aunque el despertar parece ser un proceso progresivo, esto no justifica que demoremos ni un solo instante el comienzo de nuestro despertar.
La deterioración del vigor y de las facultades es asociada a veces con el paso de los años. Esta pretensión se puede desafiar con la Ciencia de la Vida. Podemos comenzar con la inmortalidad — la eternidad — y la infinitud de la Vida. La Vida divina no incluye ni conoce breves espacios de tiempo ni eones interminables. Usted, como idea de la Vida, vive en la eternidad y no en el tiempo, y su verdadera identidad no puede deteriorarse debido al aparente transcurso de los años. La Vida y su idea, el hombre, son inseparablemente uno — son distintos como causa y efecto, pero nunca tienen existencia en lugares diferentes. La Vida y su expresión coexisten a través de toda realidad.
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