Editoriales
Para muchas personas, la última campanada de la medianoche del 31 de diciembre es trascendental. Cada año, la consideran como el punto de partida para dar el primer paso en un tramo habilitado recientemente en la carretera de la existencia humana.
El “Cristo”, tal como lo define la Sra. Eddy en la Ciencia Cristiana, es “la divina manifestación de Dios, que viene a la carne para destruir el error encarnado”.
Todos seríamos artistas si estuviéramos conscientes de la naturaleza del Alma. Por medio de la Ciencia Cristiana, tenemos a nuestro alcance la información necesaria para avanzar hacia una vida que exprese el Alma.
Nada es tan vital para el buen éxito de la curación en la Ciencia Cristiana Christian Science: Pronunciado Crischan Sáiens. que una adhesión estricta a la norma de curación establecida por nuestra amada Guía, Mary Baker Eddy.
Dios — Mente, Verdad, Amor — es infinito. La Iglesia, vista desde una perspectiva metafísica, es la expresión puramente espiritual de Dios.
La Navidad es, para muchos, una valiosa conmemoración del momento en que, por medio de la Ciencia Cristiana, vino a ellos la primera vislumbre del Cristo, la idea espiritual de Dios y nacieron de nuevo. Sea cual fuere la época del año en que tuvieron esa experiencia, fue una oportunidad de iluminación y gran regocijo cuando reconocieron que la Verdad divina era un poder salvador experimentado en los asuntos humanos.
La parábola del Maestro acerca del buen samaritano, relatada en el capítulo décimo del Evangelio según San Lucas, enseña lecciones provechosas. Normalmente, pensamos que el buen samaritano se ocupó bondadosamente de las necesidades de su prójimo al que encontró en una experiencia tan infortunada en el camino de Jerusalén a Jericó.
El Amor nos urge a que extendamos nuestras oraciones más allá de las preocupaciones personales y locales, a fin de incluir en ellas las necesidades específicas y generales de la humanidad. Pero hay en ello algo más que una extensión de preocupaciones.
En su parábola del buen samaritano (ver Lucas 10:25–3 7), Cristo Jesús recalcó la necesidad de mirar con compasión. Necesitamos mucho de este mirar compasivo en nuestras relaciones con los demás.
Alfred Hertz, el otrora renombrado director de orquesta, durante un ensayo con una orquesta local, — integrada en su mayoría por aficionados, estaba por empezar el segundo movimiento de la Sinfonía Inconclusa de Schubert. El señor Hertz era meticuloso.