
Editoriales
“El dió su voz, la tierra se derritió,” leemos IT/ en el Salmo cuarenta y seis (verso 6). ¿Qué poder es este que disuelve el materialismo mediante su mera expresión? “Es el Espíritu, el creador y el mantenedor de todo aquello que es bueno, substancial y verdadero,” responde la Christian Science.
Mientras dirigía la palabra en un servicio de Pascua en su Iglesia, Mary Baker Eddy dijo que el servicio le hablaba no de muerte sino de Vida (véase Miscellaneous Writings, pág. 180).
Si fuere posible recorrer el reino de Dios, ¿qué observaríamos? ¿Estaría uno consciente de la materialidad, de las variables y mudables pretensiones mortales, con sus afectos y odios? ¿Habrían noche y pesar, pecado, enfermedad y muerte? ¡No! La Christian Science pone en claro que ninguna de estas evidencias de la materialidad y la mortalidad existen en el reino del cielo. Jesús declaró (Lucas 17:20, 21): “El reino de Dios no viene con manifestación exterior.
El día de año nuevo es una ocasión apropiada en la cual considerar el progreso. Muchas personas se dan cuenta que el progreso de la humanidad para extraerse de las limitaciones impuestas por la materia depende de la comprensión correcta de la materia.
¿Quien gobierna al mundo? Si le hiciéramos esta pregunta a varias personas, sin duda recibiríamos diversas respuestas. La impresión que muchos tienen hoy es que el poder material y la voluntad humana son supremos y que estos pueden desafiar y a veces exceder el poder de Dios.
Puede ser que muchos de los que van en pos de Jesús no se compenetren de la universalidad de sus enseñanzas. Que no entiendan cabalmente que el Maestro redujo la adoración a términos de experiencia continua; que él quitó de la religión todo elemento nacional, racial y ritual y la colocó dentro de los precintos sagrados de la consciencia individual.
Noé era un hombre bueno. El que escribió su biografía afirma que él "andaba con Dios" (Génesis 6:9).
Mediante su descubrimiento de la Christian Science Nombre que Mary Baker Eddy dió a su descubrimiento (pronunciado Crischan Sáiens). La traducción literal de estas dos palabras es "Ciencia Cristiana".
Cuando Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Christian Science, percibió la distinción entre la realidad y la irrealidad, inició una revolución espiritual en la consciencia humana. Postrada en cama por los efectos de un accidente que ni la medicina ni la cirugía podía curar, ella se puso a leer la Biblia y ganó una convicción espiritual de que Dios, la Mente divina, es la causa de todo ser real, y que todo lo que no es semejante a la Mente, no es real.
Mary Baker Eddy declara en el Manual de La Iglesia Madre (Art. XXIII, Sección 10): “En la Christian Science cada iglesia filial es netamente democrática en su forma de gobierno, y ninguna persona ni otra iglesia debe inmiscuirse en sus asuntos.