Editoriales
Conozco a una persona muy persuasiva que solía dar consejos sobre cómo lograr obtener de los demás lo que uno desea. El decía: “No discuta.
Hace poco, cuando me preparaba para viajar al exterior, me dieron para que leyera una guía de turismo. Se refería en su mayoría a los modos y costumbres de la gente de América Latina, e incluía los tres países que íbamos a visitar: Argentina, chile y Uruguay.
Nuestros corazones se dirigen hacia el creciente número de refugiados en el mundo. Estas familias que huyen de circunstancias adversas — a menudo violentas persecuciones en su tierra natal — buscan asilo en otros países donde esperan tener un mejor futuro para sí mismos y sus hijos.
Una noche, mientras paseaba a mi perro, me encontré en una zona en que se estaban construyendo casas nuevas. Cerca de una de ellas había una enorme montaña de tierra negra, evidentemente esperando a que fuera esparcida alrededor de las casas para hacer jardines.
En una sociedad en la que el crimen y la violencia parecen ir en aumento, la seguridad se convierte en una preocupación creciente. Aun cuando tengamos relativa seguridad personal, vivimos en un mundo en el que la hostilidad entre las naciones ha ido acumulando una tremenda colección de armas destructivas.
Un lago de la localidad estaba cubierto de una gruesa capa de hielo e invitaba a caminar sobre él. Me encontraba a varios metros de la orilla cuando sentí un fuerte crujido y chasquido.
La destrucción de una reproducción en cartón piedra de la “Estatua de la Libertad”, y la brutal represión de los intentos por obtener la libertad en China nos hacen valorar mucho más lo verdadero: la estatua real, la genuina libertad que ella representa. Comenzamos a recordar lo que verdaderamente sabemos acerca de la democracia: que no es un sistema político más, compitiendo con otros sistemas; es el gobierno elegido por el pueblo.
El grabado en el anuncio de una revista muestra a un hombre de negocios obviamente agotado después de un día de mucho trabajo. Está tendido sobre el sofá de su sala, con su perro a los pies ladrando sin esperanza para que lo atienda.
En la vida vemos muchas cosas. Algunas están tan llenas de lecciones que sería imposible describirlas en pocas palabras.
Usted ha oído que los Científicos Cristianos se apoyan en la oración para sanar. Pero también ha oído algo sobre el tratamiento de la Ciencia Cristiana Christian Science (crischan sáiens).