Editoriales
“Si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible”. Mateo 17:20.
En la Biblia hay una bella metáfora que describe a Dios como el gran Soberano. Por ejemplo, en Salmos leemos: “Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria.
El novelista e historiador de la represión de Stalin, Alejandro Soljenitsyn se refiere, en su conferencia ganadora del premio Nobel, a un proverbio ruso: “Una palabra de verdad pesa más que el mundo”. Nobel Lecture (New York: Farrar, Straus and Giroux, Inc.
Recuerdo una vez cuando tenía alrededor de cinco años y mi familia fue a ver una obra de teatro sobre el tema de la Pascua en una universidad local. La representación de Cristo Jesús fue muy convincente.
En 1983 Jana Taylor estableció la Fundación para el Niño Americano con el propósito de enseñar fotografía y otras artes a niños pobres y huérfanos. El primer día de la clase de fotografía, preguntó a sus alumnos: "¿Qué hay de hermoso en la casa de ustedes?" Uno a uno los niños contestaron más o menos con las mismas palabras: "Nada es hermoso en mi casa.
No hace mucho tuvimos la oportunidad de escuchar a un grupo de siete u ocho cristianos de una comunidad grande de hispanos en los Estados Unidos, que compartieron con nosotros algunas ideas sobre religión y espiritualidad. En el grupo había un gerente de ventas, una ama de casa, un estudiante universitario, un maestro mayor de obras, y una mujer embarazada.
Aunque sea obvio, no me deja de maravillar que la Biblia haya perdurado tanto tiempo. Tal vez mi reacción hecho de que vivo en el siglo veinte, en donde todo parece estar en un estado de cambio.
Un sermón que apareció el año pasado en un número de The Christian Ministry habla de la época en que el gran compositor George Frederick Händel estaba pasando por momentos difíciles en su vida y carrera. Hacía poco que había padecido de una grave enfermedad que le había dejado las manos parcialmente paralizadas.
Estaban haciendo un censo del gobierno romano en Belén. La ciudad estaba atestada.
El deseo de mejorar la práctica de la Ciencia Cristiana, para vencer las pretensiones de la enfermedad y del pecado por medio de la Ciencia del Cristo, es lo más valioso en la vida de todo Científico Cristiano. Por lo tanto, es importante estar alerta a todo lo que pretenda retardar nuestro progreso en esa dirección.