Este Es Un tema de eterna discusión en los programas de radio y televisión. Los invitados y los animadores tratan de imaginar cómo lograr que las relaciones perduren, y cómo mantener cierta estabilidad y continuidad en las mismas.
La mayoría de las relaciones tienen sus altibajos. Algunas veces surgen diferencias que parecen irreconciliables. Podemos sentir que es más fácil darse por vencido; pero en nuestros corazones ansiamos que se sanen.
La Sra. Eddy comenta en su libro Retrospección e Introspección: "No hay mayores milagros en la tierra que la perfección y una amistad no interrumpida". Muchos estarían de acuerdo. Los lazos entre amigos, la familia, los miembros de la iglesia — relaciones que permanecen felices y sostenedoras por largo tiempo, a veces para toda la vida — los valoramos más que a cualquier posesión. Estas relaciones firmes no surgen por casualidad, aunque parezcan milagrosas. Son el resultado de arduo trabajo, sacrificios y, a menudo, mucha oración. Cuando los grandes malentendidos y fricciones despiadadas del mundo intentan deteriorar una relación, ¿qué puede hacer que la gente siga trabajando unida? Solo un amor que sea más que el amor personal. Necesitamos una vislumbre del amor de Dios.
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