Editoriales
Si al enfrentar las dificultades de la vida persistimos en comprender correctamente que Dios es perfecto y que el hombre es creado a Su semejanza, evidenciaremos cada vez más que nuestra identidad verdadera es espiritual y perfecta. Tal persistencia para comprender la armonía genuina inherente en nuestra naturaleza verdadera, podría compararse en ciertas maneras con la ocupación de la Tierra Prometida por los hijos de Israel relatada en la Biblia.
Muchas personas no tienen un claro sentido de lo que valen. Algunas hasta pueden pensar que sus vidas no tienen gran mérito, y que para sí mismas, para los demás o para la sociedad son de poca utilidad.
Celebro la Navidad con mi alma, mi sentido espiritual, y así conmemoro la entrada en la comprensión humana del Cristo concebido por le Espíritu, por Dios y no por una mujer; como el nacimiento de la Verdad, el amanecer del Amor divino que se abre paso a través de las tinieblas de la materia y del mal con la gloria del ser infinito. The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág.
La Ciencia Cristiana permanecerá siempre como la revelación total y final del Amor. La Sra.
Conocemos muy bien al que regresó a dar gracias a Cristo Jesús. Pero otros nueve leprosos también fueron limpiados.
¿Desde qué punto de vista vemos el Manual de La Iglesia Madre? ¿Lo vemos como a un libro de reglamentos? ¿Como a un liberador? ¿Como a una dinámica y afectuosa fuente de protección para la Iglesia y para el miembro individual? Debido al papel vital del Manual de la Iglesia como protector y guiador, los Científicos Cristianos tienen mucha razón para sentir gratitud por su autora, Mary Baker Eddy. El Manual establece la estructura del gobierno de la Iglesia que mantiene unida la Causa de la Ciencia Cristiana Christian Science (crischan sáiens) y salvaguarda sus actividades.
Una sola sustancia — el Amor, Dios — abarca toda realidad. Está reflejada en la unidad de todas las identidades espirituales, incluyendo la verdadera individualidad de cada uno de nosotros.
La inteligencia procede de Dios. Y Dios es Espíritu, no materia; Él es Mente, no cerebro.
La percepción pertenece a la Mente, no a la materia. Ésta es la base radical e incondicional sobre la cual se apoya la Ciencia Cristiana Christian Science (crischan sáiens) para curar trastornos y defectos de la vista, del oído y de los otros sentidos.
Con extraordinaria inventiva, la gente ha desarrollado muchos sistemas de curación a través de los siglos. Sin embargo, hay un solo método que es verdaderamente científico y que confiere alivio permanente al que sufre: el enfoque que Cristo Jesús enseñó y demostró.