“Le enviaré el cheque mañana a primera hora”, ella me prometió.
Un mes más tarde, el cheque no había llegado, y yo me encontraba en un aprieto económico porque ya había gastado el dinero que había estado tan segura de recibir.
Finalmente ella me envió el cheque. Sin embargo, este episodio pasajero me obligó a examinar más profundamente toda esta cuestión de la provisión. ¿Estaba siguiendo realmente la admonición de nuestra Guía, Mary Baker Eddy, cuando dijo: “Confiad en la Verdad y en nada más”? The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 171.
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