Tal vez hoy más que nunca, las personas sinceramente interesadas en la Ciencia Cristiana estén procurando mejorar su habilidad para demostrar el poder sanador de esta Ciencia. A todos nos gustaría agregar testimonios convincentes a la ya abundante evidencia de que la oración verdaderamente sana.
Para satisfacer este deseo, frecuentemente es una ayuda considerar de nuevo y cabalmente el primer requisito que fundamenta toda curación en la Ciencia Cristiana. Esta instrucción se encuentra en las Escrituras: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente”. Mateo 22:37.
La Ciencia Cristiana revela que Dios es Todo: que no hay ningún otro. Cuando amamos a Dios, reconocemos la gran verdad de Su totalidad y bondad. Esto es básico en la Ciencia Cristiana, porque la Mente divina, incluso su manifestación infinita, es la sustancia de toda realidad.
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