¿Ha meditado usted alguna vez sobre la naturaleza de su experiencia individual? Las cosas que están incluídas en ella—el sombrero nuevo, el abrigo, el automóvil, el amigo o el enemigo—¿cómo entraron en su experiencia, mental o materialmente? Sin la conciencia ¿acaso podría existir cosa alguna para usted o para mí? La meditación tranquila y sincera sobre este punto demostrará que la respuesta a esta última interrogación tiene que ser negativa. Desde esta premisa, llegamos a ver que la experiencia individual es del todo mental, aunque muchas veces aparenta ser puramente física y material.
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