Todo lo que yo he logrado en mi vida y todo lo que poseo se lo debo a la Christian Science. Tengo un hogar muy feliz y un negocio que aumenta constantemente. Soy miembro de una rama de La Iglesia Madre y comparto en sus actividades, hechos fundamentales de mi vida, que la hacen interesante y sana.
Una vez, hace once años, llegué al punto de no saber que hacer, a no ser que fuera tirarme de un muelle al agua. En aquel entonces yo le pregunté a un amigo mío, que era adepto de la Christian Science, si él creía que esa Ciencia me podría ayudar en mis problemas. El me contestó: "Seguro que sí", y de seguida me recomendó que le llevara mis problemas a un practicista. Hallándome sin empleo, temía encontrarme con mis amigos en la calle y me hallaba en un estado sumamente abatido. Dos semanas después de haber visitado al practicista me encontré con un hombre de quien jamás hubiera esperado recibir empleo, el que me ofreció un puesto con muy buen sueldo. El empleo consistía en vender un artículo de muy alto precio, lo que exigía que yo tuviese mucha fe en mis aptitudes, cosa que sólo tres semanas antes me hubiera parecido del todo imposible. Pero lo que yo había aprendido acerca de Dios y el hombre, al leer el libro de texto de la Christian Science, "Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras" por Mary Baker Eddy, además de los conocimientos que adquirí en la oficina del practicista, era todo lo que necesitaba para obtener la confianza que me hacía falta y que jamás me ha vuelto a abandonar.
Aunque mi progreso en general ha sido algo lento, he seguido adelantando paso a paso. Mi compresión de lo que Dios es y de las relaciones que el hombre tiene con El, más una habilidad siempre creciente para poner en práctica este entendimiento, me han traído pruebas del tierno cuidado de Dios y de Su eterna presencia. En los últimos once años he gozado de la gran dicha que me ha proporcionado el haber asistido a una clase autorizada de instrucción en la Christian Science y a las reuniones anuales de la misma, así como el haber podido servir a nuestra Causa en una rama de La Iglesia Madre, todo lo cual me ha hecho apreciar debidamente los obstáculos que Mrs. Eddy tuvo que vencer para dar su descubrimiento a la humanidad.
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