Me complazco en corroborar el testimonio de mi señora. Yo era uno de los que creían que un hogar siempre debería estar bien surtido de toda clase de medicinas, y la Christian Science me ha salvado de esa esclavitud, y ha sido nuestra única medicina desde hace unos quince años.
He sido sanado de un tobillo dislocado, de furúnculos, de la gripe y de muchos otros males. Una vez me sané de una fractura de las costillas, en dos días. Negué el error y repetí inmediatamente "la declaración científica del ser", tal como Mrs. Eddy nos la da en la página 468 del libro de texto de la Christian Science.
Mientras trabajada en un taller de mecánica, en varias ocasiones padecí infecciones en los dedos, los que se me inflamaron, causándome mucho dolor. Cada vez que ocurrió esto me pude sanar aplicando las enseñanzas de la Christian Science.
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