En su libro de texto “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras”, Mary Baker Eddy, Descubridora y Fundadora de la Christian Science, relaciona la curación con la luz. Estos dos términos, luz y curación, son virtualmente sinónimos, porque Mrs. Eddy en este caso no se refiere a la luz solar sino a la luz de la percepción, o el entendimiento, espiritual. Cuando se habla de ver la luz, esto generalmente implica que la verdad respecto a alguna situación ha sido revelada. Y cuando la verdad acerca de alguna condición discordante se hace evidente, a la luz de la Christian Science, sobreviene la curación. Estudiando esta Ciencia, encontramos que el entendimiento espiritual trae consigo la curación — la curación que resulta al percibirse la verdad espiritual referente a cualquier situación. Esto está de acuerdo con la definición de luz que hace Pablo, al decir (Efes., 5:13) “La luz es la que lo aclara todo.” Y cuando la luz nos lo aclara todo, decimos: “¡Ya veo!”
El estudiante de óptica tiene que tomar, como base de sus estudios, un curso en física sobre la luz, ya que la luz forma la base de la solución de todo problema en óptica que se le pueda presentar. La luz es en efecto una parte esencial de cada problema en el estudio de la óptica. El estudio del libro de texto de la Christian Science demuestra que su autora estaba muy bien enterada de las teorías acerca de la óptica, pues en varios casos ella emplea el fenómeno de la óptica para ilustrar alguna verdad espiritual. Esto se puede verificar haciendo un estudio de sus obras, buscando, por medio de las Concordancias, todo lo que versa sobre las palabras “cámara obscura” (camera), “distancia focal” (focal distance), “imagen invertida” (inverted image), “cristalino” (lens), “la retina” (retina), y otras muchas.
Es interesante notar que a pesar de los conocimientos de la óptica que ella poseía, nuestra Guía no concedía finalidad ni realidad a las tal llamadas leyes de la óptica. Si acudimos a su obra Ciencia y Salud (págs. 503–511), veremos que ella descubrió que la naturaleza y el origen verdaderos de la luz son enteramente espirituales, y que sus conclusiones referentes a la óptica se basan sobre el punto de vista de aquella luz que, según lo explica en la página 510: “es un símbolo de la Mente, de la Vida, la Verdad y el Amor, y no una propiedad vivificante de la materia.”
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