Refiriendose al libro de texto de la Christian Science, “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras,” dice su autora Mary Baker Eddy (pág. 559): “Leed este libro desde el comienzo hasta el fin. Estudiadlo, meditadlo.” Es sumamente importante meditar y aquilatar las grandes verdades que contiene el libro de texto de la Christian Science. Muchos lo leen, un buen número de ellos lo estudia, pero ¿cuántos lo aquilatan en el sentido lato de este vocablo?
Reflexionar sobre las verdades que contiene, y expresarlas, es más importante aún que leerlo y estudiarlo. La letra de la Christian Science ya es ampliamente conocida, pero para curar mediante la Christian Science es preciso ganar el espíritu. La vía recta hacia esa meta consiste en meditar hondamente la verdad en todas sus fases. Experimentando profunda y muy sentidamente esta verdad, nos la apropiamos, o la hacemos nuestra.
Nada hay de superficial ni de petulante en los pensamientos de quien se ha abierto paso rasgando la costra del materialismo. Estupendas verdades referentes a Dios y al hombre esperan que las reconozcamos. Estas verdades exponen la idea cierta de la Ciencia, la teología y la medicina. Nos revelan nuestra naturaleza original como completamente buena. Establecen nuestra seguridad en la inalterable incolumidad del Alma.
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