Todo cristiano se considera monoteísta, creyendo en un solo Dios a quien adora y al que le atribuye todo poder y sabiduría. Y refutaría enérgicamente la acusación de que es un idólatra. Pero a veces se vuelve vago e indefinido su concepto de Dios, sintiéndose a menudo perplejo ante la inconsecuencia de un buen Dios que se vale del mal y el sufrimiento para corregir o castigar a Sus hijos, y que se muestra impasible o insensible a sus ruegos y oraciones.
Mary Baker Eddy descubrió la Christian Science, que revela la naturaleza verdadera de Dios, y esa revelación ha librado admirablemente a los estudiantes de tal Ciencia de las dudas y creencias que los dejaban perplejos y desalentados. Ya no consideran a Dios como un ser humano glorificado que mora en un cielo remoto e inaccesible. Ya no lo creen consciente tanto del bien como del mal.
El libro de texto de la Christian Science, “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” por Mary Baker Eddy, define a Dios en estos términos (pág. 465): “Dios es Mente, Espíritu, Alma, Principio, Vida, Verdad y Amor infinitos, incorpóreos, divinos y supremos,” y declara más abajo en la misma página: “Los atributos de Dios son la justicia, la misericordia, la sabiduría, la bondad y otros.”
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