Desde hace más de treinta años la Christian Science ha sido mi ayuda y apoyo en todos los problemas de la vida mortal. Cuando supe de esta Ciencia estaba a punto de tener que someterme a una operación que los médicos decían sería de vida o muerte. Una amiga que había sanado de una enfermedad del corazón por esta bendita Ciencia me prestó su libro de texto, “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” por Mary Baker Eddy, y yo lo leí todo un día. Al principio no podía comprender nada, pero de repente fué como si una cortina hubiera sido descorrida, y vi la luz. Me levanté de la cama completamente sana y nunca hubo ninguna recaída. Desde entonces he podido demostrar en varias ocasiones el poder de la Verdad. Con la ayuda de practicistas consagradas he podido sobreponerme a varios malestares. Desde que vivo lejos de la ciudad y sin medios de comunicación con practicistas, he podido curarme de un ataque de pulmonía, de resultados de accidentes, del miedo de la pobreza y de la edad.
Como toda mi vida anterior la había vivido en ciudades, he tenido que adaptarme a la vida en el campo, pero ésto me fué muy fácil dado que me ayudaba saber que todo lo podemos hacer por estar creado el hombre a imagen de nuestro Padre-Madre Dios que todo lo sabe. Mis problemas de la pobreza han sido solucionados. He podido utilizar mi comprensión en todo lo que concierne a la chacra, de modo que no tuvimos daños a causa de la invasión de las langostas. Todos los días elevo mi alma en inmensa gratitud a Dios, cuya omnipresencia y omnipotencia podemos probar siempre cuando en El confiamos.
Para terminar, tengo que expresar mi gratitud a las practicistas, a toda la organización de la Christian Science, a nuestras iglesias filiales donde encontramos amor y atenciones solícitas, y sobre todo a nuestra Guía, Mary Baker Eddy, que organizó La Sociedad Editora de la Christian Science, cuyas espléndidas publicaciones y revistas son de tanto valor para los que vivimos lejos de nuestras iglesias.
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