Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

Adhiriéndose al Principio

Del número de enero de 1954 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Principio divino es un vocablo de suprema importancia en la Christian Science. El estudiante de esta Ciencia aprende que el Principio, la Vida eterna, o el Alma, es vital para su experiencia actual y que su obediencia a él le trae consigo bendiciones concretas. Un diccionario define “principio” así: “La fuente o causa de que procede una cosa; un poder que obra continua y uniformemente; una causa permanente o fundamental que natural o necesariamente produce cierto resultado.”

En la experiencia humana, cualquier cosa que se considere estable o digna de confianza se apoya en alguna regla fija. El principio de las matemáticas se emplea confiada y constantemente para obtener resultados seguros en las finanzas, en física, en la edificación y casi cualquier fase de la vida humana. Si el arquitecto y el ingeniero civil no contaran con este principio exacto, infalible e irrefutable que aplicar a su trabajo, no podrían esperar un resultado cierto y correcto en sus proyectos. Puede construirse un túnel comenzando simultáneamente a cada lado del río que ha de atravesar subterráneamente. Poco a poco irá tomando forma construyéndose cada lado por separado, y sin embargo, ambos lados se juntan en el centro exacto al terminarse. Lo hacen posible las reglas fundamentales de las matemáticas, la física y la arquitectura, si se aplican correctamente.

La gente ha venido a confiar en ciertos postulados humanos altamente desarrollados como fuerzas seguras para regular y sostener sus vidas, su actividad y su medio ambiente. La educación respecto a la naturaleza y utilización del poder de tales postulados ha cimentado en la mente humana la necesidad de reglas fijas y la adhesión a ellas como parte esencial de la experiencia de uno. Si hemos venido a confiar tan completamente en los postulados humanos para promover con eficacia el modo de vivir como civilizados, cuánto más hay que adherirnos al Principio divino que es Espíritu absoluto, supremo e infinito en esencia, dominio, ley y gobierno. Los principios humanos comúnmente empleados apuntan inopinadamente al Principio divino que es invariable e infalible en su gobierno del hombre y del universo. Aunque se aplican a diferentes esferas de acción, concuerdan en la certeza, precisión e invariabilidad fundamentales y esenciales. Constituyen una norma de exactitud porque manifiestan ciertas cualidades exclusivas del único Principio divino.

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / enero de 1954

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.