La Christian ScienceNombre que Mary Baker Eddy dió a su descubrimiento (pronunciado Crischan Sáiens). La traducción literal de estas dos palabras es ‟Ciencia Cristiana”. es el Espíritu Santo, o sea el Consolador, porque tiene por objeto consolar y curar a la humanidad enferma y pecadora. Profetizado por el Maestro, el Cristo según lo revela ahora la Christian Science está destinado específicamente a probar el poder y la presencia de Dios en los asuntos humanos. Su propósito divino es salvar a la humanidad y, por lo tanto, su designio es inevitablemente redentor. En las palabras del Revelador que contiene el capítulo doce de su Apocalipsis: ‟¿Ahora han venido la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios, y la soberanía de su Cristo!”
Nos importa percibir que nosotros no sólo debemos entender los hechos metafísicos en la Christian Science, sino que también hay que ser capaces de demostrarlos humanamente. Una comprensión correcta de la Christian Science nunca nos deja desentendernos o pasar por alto el problema de que se trate. En esta Ciencia, los hechos divinos del ser, o sea la perfección de Dios y de Su idea, el hombre, siempre deben aplicarse inteligentemente a la supuesta condición o situación mortal o material.
La Christian Science nunca pierde de vista la necesidad humana. Es la experiencia humana lo que requiere corrección y curación. Para la práctica verídica de la Christian Science no basta una metafísica abstracta. Cuando la Palabra ‟se hace carne,” lo divino llega a lo humano y disipa la creencia que eso humano encierra. Así se vuelve humanamente práctica la Palabra o el Verbo, la idea espiritual. El hecho espiritual es absoluto, pero hay que aplicarlo inteligentemente al error o creencia falsa albergada en la consciencia humana a fin de borrar esa creencia, sea cual fuere. En esta aplicación práctica es donde el Cristo surte su efecto como el Salvador que es.
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