Yo deseo expresar mi profunda gratitud a Dios por Mrs. Eddy. Escribo este testimonio en reconocimiento sincero de la admirable protección que he recibido mediante la Christian Science y especialmente por una curación de cierta enfermedad que los doctores habían declarado era sin esperanza.
Hace más de veinte años, cuando vivía en los Estados Unidos, sufrí un daño en mi pierna izquierda en un accidente. Después de someterme a una operación dolorosa y de haber estado recluido en un hospital por largo tiempo, pude por fin irme a mi casa, pero no completamente sano, pues la operación no tuvo éxito, dando lugar esto a que se formara una úlcera. Aunque se me aplicaron remedios para contener la supuración, no mejoró el estado de la pierna y el sufrimiento que tuve que aguantar por varios años era indescriptible.
Hace unos cinco años que un amigo mío que es Científico Cristiano me dirigió a una Sala de Lectura de la Christian Science. Ya sabía yo de esa religión, pero mi ignorancia de lo que fuera me hacía escéptico. Finalmente decidí ir a un servicio dominical de una Iglesia Científica de Cristo, y esto hizo que yo me interesara más. Inmediatamente compré un ejemplar del libro de texto, Ciencia y Salud por Mrs. Eddy, y comencé a estudiarlo asiduamente. Encontré que el libro era un tesoro inestimable. Y luego noté con gran alegría y admiración que la supuesta enfermedad incurable ya estaba curada. La curación se logró en unas tres semanas.
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